Ubicado en los cerros orientales,
en la localidad de Chapinero se encuentra el barrio Mariscal Sucre. Barrio de
estrato 1 según el ordenamiento catastral de Bogotá, cuenta con todos los
servicio necesarios a “muy bajo precio”, en comparación de otros lugares de la
ciudad. Una vista panorámica increíble, muchas veces imperceptible para los
habitantes de este barrio, hace de este un lugar majestuoso y dominante sobre
una pequeña ciudad que se ve a lo lejos. Una ciudad, la capital y más grande de
un país, que se encuentra a los pies de un barrio, que para muchos, no tiene
importancia en el desarrollo de ésta, pero capaz de darse el gusto de
observarla desde una visión prepotente, por ubicarse más arriba de ella. Una
ciudad enorme, que sin importar su tamaño e importancia para un país de casi 47
millones de habitantes, no se encuentra exenta del señalamiento de una minoría,
que por situaciones del destino la tienen en la mira.
Características panorámicas
similares en el norte de la ciudad, por las cual se pueden llegar a pagar miles
de millones pesos, generan un choque contundente en una cultura que vive del
materialismo, pero sobre todo del qué dirán. ¿Una vista envidiable a más bajo
precio?, puede o no puede ser, depende del observador, pero lo que sí está claro
es la riqueza natural y panorámica de un barrio humilde, del que muchas
personas, que tienen gusto por estos elementos, no harían parte de él, ya que
prefieren gastar toda su fortuna, en vez de aprovechar un espacio como éste,
capaz de darles lo mismo a más bajo precio. ¿Gustos?, ¿choques culturales?,
¿preferencias?, ¿el qué dirán?, si claro todo cabe, pero el hecho no es eso,
acá lo importante es observar cómo las grandes cosas vienen en empaques
pequeños y muchas veces así tengamos las mejores cosas frente a nosotros, casi
nunca somos capaces de verlas.
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